En Puerto Rico, la situación de la población de adultos mayores presenta varios desafíos y características específicas:
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Envejecimiento de la Población: Puerto Rico experimenta un rápido envejecimiento demográfico. Según datos del 2020, aproximadamente el 23% de la población tiene 60 años o más.
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Salud y Bienestar: Los adultos mayores enfrentan problemas de salud comunes como diabetes, hipertensión y obesidad, a menudo agravados por la falta de acceso a servicios médicos adecuados, especialmente en áreas rurales.
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Economía y Seguro Social: Muchos adultos mayores dependen del Seguro Social, lo que puede no ser suficiente para cubrir sus necesidades básicas, especialmente con el costo de vida en aumento.
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Cuidado y Apoyo: Existe una creciente necesidad de cuidado y apoyo a largo plazo, pero los recursos y servicios para atender estas necesidades son limitados y a veces insuficientes.
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Vivienda y Accesibilidad: La accesibilidad y la adecuación de las viviendas para adultos mayores son preocupaciones importantes, especialmente en términos de accesibilidad física y adaptaciones necesarias para la movilidad.
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Resiliencia y Vulnerabilidad: Después de eventos como el huracán María en 2017, los adultos mayores son particularmente vulnerables a los impactos de desastres naturales y requieren atención especial en términos de respuesta y recuperación.
En resumen, Puerto Rico enfrenta desafíos significativos en el manejo y el apoyo a su creciente población de adultos mayores, desde cuestiones de salud y bienestar hasta la seguridad económica y la infraestructura de apoyo adecuada.